lunes, 25 de febrero de 2008

Hemocultivos


Se trata de un tipo de análisis usado para detectar presencia de microorganismos aerobios y anaerobios en la sangre. Se utilizan para él cuatro botellitas muy curiosas porque parecen como botecitos de aceite y vinagre, pero claro, en plan gore, porque luego los vas a llenar de sangre, je.

Se cogen cuatro botellas: dos azules (aerobias) y dos violetas (anaerobias). Asimismo, necesitamos una jeringa de 20 ml, ya que en cada botellín meteremos 5 ml aproximadamente. En la foto son de otros colores los botellines, por cierto.

Antiguamente se hacía una pausa de unos minutos entre extracción y extracción, pero al parecer se ha comprobado que no sirve para nada, así que se saca la sangre para los cuatro botrellines de golpe.

Una vez ya los tenemos rellenos, debemos etiquetarlos con un pegatina de paciente para cada botellita, y después con un esparadrapo tapar la boca de la botella para asegurarse de que se queda bien sellada.

Finalmente, los marcamos con permanente de esta manera:

1. A un aerobio y a un anaerobio los marcamos como 1º y 1º respectivamente.

2. Al otro aerobio y anaerobio los marcamos como 2º y 2º respectivamente.

Luego podemos aliñar la ensalada como más nos guste, y quedará deliciosa ;)

miércoles, 13 de febrero de 2008

La sonda nasogástrica (SNG)


Ese tubito infernal que se lo hace pasar muy mal a los pacientes a la hora de ponérselo, porque desde luego no es agradable que te metan un tubo de plástico por la nariz y la garganta... A continuación explico cómo ponerla:


1. Primeramente hay que coger una sonda adecuada a la garganta del paciente, porque hay diversos tamaños. Cuando la tenemos, preparamos también una jeringa de 50 ml, y algún lubricante.

2. Medimos cuanta cantidad aproximada de sonda nos hará falta. Para ello la pasamos en paralelo a su cabeza, desde la nariz, hasta junto a las orejas, girando allí hacia abajo hasta la altura del estómago (explicado es un poco incomprensible, pero es muy sencillo: ver dibujo). Nos fijamos a qué marca de medición de longitud llegamos y la recordamos.

3. Ponemos un poco de lubricante en la sonda, y nos ponemos a ello: si el paciente está consciente, podemos pedirle que trague, y así nos aseguraremos de que la sonda pasa al estómago y no a los pulmones, que obviamente es algo a evitar. Con la cabeza del paciente inclinada hacia su pecho, introducimos la sonda por una de las fosas nasales, y la vamos metiendo hasta que notemos que hace tope. En ese momento, el paciente estira hacia atrás su cabeza, y le pedimos que trague, y seguimos metiendo la sonda con decisión. En este momento lo pasará muy mal, y es fácil que le entren ganas de vomitar y toser...

4. Una vez está dentro, se trata de ver si no estamos en pulmón. En principio sería evidente porque el paciente en este caso se empezaría inmediatamente a asfixiar, empezaría a ponerse cianótico (azulado), etc. Pero bueno, para asegurar que hemos llegado al estómago, el truco es coger el fonendo, ponérselo en el estómago, e introducir una gran cantidad de aire de golpe con la jeringa. Si oímos una especie de golpe de aire radentro del estómago, hemos acertado. Si se le hincha el pecho, es que hemos metido la pata y hay que sacarla inmediatamente.

5. Y fin. Cada vez que se administra una medicación o comida por la sonda, debemos recordar meter agua después con la jeringa para dejar limpio el tubo.

Más sobre la SNG:

Y una explicación mucho más completa que la mía y muy clarita, en esta página, de la que he sacado la ilustración:

La bomba de perfusión


Ese gran misterio que no para de pitar. Para esta explocación necesitaría una buena foto detallada de alguna bomba de mi sala, pero aún no he logrado hacerme con ninguna en la que se vean bien las letritas...

Veamos la explicación básica del funcionamiento de la bomba:

Primero de todo, hay que introducir el tubo sin que queden burbujitas, porque bloqean el aparato, y cómo no, pita. Hay tres parámetros básicos: cantidad a infundir, en ml, velocidad de perfusión, en ml/h, y cantidad de producto total. Pulsando los botones (lo siento por la falta de detalle... este artículo necesita mucha más preparación), marcamos todas las cantidades y el ritmo de perfusión. Cuando se concluye la cantidad que le habíamos marcado, el aparatito comenzará a sonar insistenetemente.

En el caso de hoy, debíamos ponerle a un señor la bomba, con un ritmo de 40 ml en media hora. Dado que la máquina mide el tiempo por horas, pusimos una cantidad total de 80 ml que debían ser infundidos en una hora. (Por lo tanto, teóricamente se infundiría la mitad en la mitad de la hora). Esta era la primera dosis de choque, y posteriormente, una vez pasada esta media hora, bajamos el ritmo de perfusión, para la dosis de mantenimiento.

Para comprobar que la bomba está enchufada y funcionando, vemos que aparecerán unas rayitas (tres) que irán apareciendo por la pantalla, como se ve en la foto. Si la bomba está desenchufada, veremos que el volumen perfundido parpadeará, así que a enchufarlo tocan.

lunes, 11 de febrero de 2008

Los medicamentos de Urgencias

En mi sala de Urgencias tenemos un armarito lleno de medicamentos de uso frecuente. En esta lista que hago a continuación, explicaré para qué sirve cada uno y en qué casos los he visto usar. ¡Muy importante!

Actocortina: se trata de un corticoide sistémico. Actúa contra el asma, en casos severos. En caso de crisis, se puede usar como coadyuvante de los beta2 agonistas de acción rápida. El truco es la partícula corti.

Adiro: antiagregante plaquetario. Por lo tanto, evita la formación de trombos en las arterias. NO DEBE TOMARSE si el paciente es alérgico a los salicilatos.

Adolonta: analgésico para dolor moderado a severo. No se debe masticar, se toma con un vaso de agua. No adecuado para menores de 12 años. Truco: a-dolor.

Amoxicilina: antibiótico (atb) de espectro que abarca gram+ y gram-. Se puede tomar de manera oral o parententeral. La terminación cilina la delata...

Atenolol: b-bloqueante se usa en el tratamiento de enfermedades cardiovasculares como hipertensión, enfermedad coronaria, arritmia, e infarto de miocardio después del evento agudo.

Anexate: para intoxicación por benzodiacepinas o coma de origen desconocido. Se administra en bolo lento.

Benadon: básicamente vitamina B-6. Este es chungo porque sirve para un montón de cosas, entre ellas: náuseas y vómitos del embarazo. Vómitos postanestésicos. Trastornos por irradiaciones. Intoxicación alcohólica aguda. Se administra IM o IV.

Benerva: usada para trastornos metabólicos y en pacientes con intoxicación etílica, entre otros usos. Se administa IM, o en dosis lentas, IV. (Hay polémica sobre esto en internet...)

Buscapina:
Capoten:
Codeisan:
Droal:
Diazepan:

Duphalac: Laxante. Actúa ablandando las heces.

Dogmatil:

Enantyum:
Fenitoina:

Fentanilo: analgésico en forma de parches (también llamados Durogesic) que contienen cloruro mórfico y, como parches que son, van liberando el contenido de forma gradual, por lo que son muy útiles para pacientes con dolor constante. Realmente no son de urgencias, pero quería nombrarlos.

Glucosmon:

Haloperidol: Antipsicótico, sedante, usado tambien contra el dolor crónico.

Naloxona: fármaco antagonista de los receptores opioides, muy usado en el tratamiento de la intoxicación aguda por opiáceos. Adecuado para sobredosis de heroína, por ejemplo. El a

Nolotil: El rey de la popularidad de los analgésicos (pero con un nombre comercial menos bonito que el enantyum, je). Se puede administrar de casi cualquier manera: en bolo, en una bolsa de 100 ml de SF, o directamente bebido.

Omeprazol: Protector gástrico. Inhibe la bomba de protones.

Omeprazol IV: Idem de su versión oral. Como precaución, tener en cuenta que el médico debería saber si el paciente toma también ketoconazol o itraconazol, diazepam, warfarina, fenitoína (antiepiléptico), o claritromicina, ya que pueden interaccionar.

Perfalgan: Paracetamol en versión IV. Analgésico muy frecuente, para dolor moderado-bajo; posee también función antipirética.

Paracetamol: Analgésico muy frecuente, para dolor moderado-bajo; posee también función antipirética.

Polaramine:

Primperan: actúa sobre las náuseas y los vómitos. Muy usado en trastornos funcionales de la motilidad digestiva y en la prevención y tratamiento de las náuseas y vómitos provocados por radioterapia, quimioterapia... También se usa para preparar exploraciones radiológicas del tubo digestivo. Uno de los clásicos :)

Ranitidina: Reduce la cantidad de ácido que se produce en el estómago, por lo que se usa para calmar la pirosis (es decir, la sensación de ardor de estómago; la acidez).

Seguril: diurético, actúa aumentando la eliminación de orina (diurético) y reduciendo la presión arterial (antihipertensivo). Se usa en HTA leve o moderada, insuficiencia cardiaca congestiva, ascitis y enfermedad renal. No usar si hay déficit de electrolitos sodio y potasio, y si hay riesgo de deshidratación. Se toma sin masticarlo y con líquido. También, si es en ampolla, se puede inyectar en bolo, con lentitud.

Urbason (40 y 20): ¡¡¡¡ medicamento crucial!!!! Este corticoide lo usamos en caso de shock anafiláctico, cuando un paciente tiene una reacción alérgica a algo. Sin embargo, NO es el medicamento a usar cuando la reacción es grave; en ese caso usaríamos adrenalina. También se usa para el asma, la artritis o las inflamaciones, y para prevenir los rechazos en los trasplantes. Se debe usar mezclado con su disolvente. Se administra en bolo. En su forma de 40 mg, se llama Solumoderín.



Vernies:
Ventolín:
Voltarén:
Zantac:
Zinnat:


Lista aún por terminar...

La mascarilla de oxígeno

A las mascarillas de oxígeno les tengo un cariño especial, porque de niño las usé bastante cuando iba al hospital con crisis asmáticas, y me fascinaba su color verdito transparente... Más de una vez me las llevé a casa para jugar, aunque terminaba tirándolas a la basura porque olían raro y me recordaban al asma...

Bueno, volviendo al tema de las mascarillas, hay cuatro variantes básicas:

1. Gafas nasales (sólo entran en la nariz a través de dos tubitos).
2. Las pipas con aerosol.
3. Venturi / ventimax, que se caracterizan por su tubito dosificador de aire.
4. Las mascarillas con nebulizador.
5. Mascarillas con reservorio: tienen la particularidad de incluir una bolsa reservorio. Con ellas se alcanza una concentración de O2 cercana al 100%, por lo que son indicadas para inhalaciones de monóxido de carbono, traumas graves, arritmias graves, etc. Desaconsejado en lactantes y en pacientes con EPOC.


1. Flujo de aire de 2 litros. El peso pluma de la oxigenación. Se usan para mantenimiento, son muy flojitas en lo que se refiere a potencia, y como molestan poco, pues se las dejamos puestas todo el rato a pacientes con problemas de ventilación. O sea, de mantenimiento.

2. Si el paciente se vale por sí mismo, podemos usar la "pipa" (que incluye un nebuilizador, por lo que podemos ponerle medicación al igual que a las vemtimask), y si no, pues se usará la mascarilla, que es algo más incómoda pero va fijada con elástico si el paciente no puede mantenerla. Finalmente, conectamos todo esto al aparatito de aire, lo ponemos en marcha con la ruedecilla, y... ¡A respirar! La pipa es muy graciosa vérsela usar a los pacientes.

3. Dosificada con 3 a 15 litros de flujo. Su tubito dosificador de aire nos permite eso mismo, dosificar la cantidad de oxígeno que le damos al paciente. Usada para pacientes que de verdad se están prácticamente asfixiando.

4. Normalmente en el contenedor de líquido de estas mascarillas se mete... líquido, claro. Este suele ser Ventolín (el cual provoca taquicardia, por lo que es recomendable tomar las constantes vitales antes de ser administrado, para no llevarse engaños). Normalmente metemos 0.5 ml de Ventolín con la jeringuilla (es recomendable usar por ejemplo una de insulina para esto), pero en todo caso esto depende de lo que el médico nos indique. Igualmente es común introducir Atrovent, que se presenta en monodosis de 250 ml y de 500 ml. En mi hospital, pueden pedirte que pongas 500 ml de Atrovent al paciente, y en este caso pondríamos dos ampollas monodosis y ya está. Si usáramos la ampolla de 500 directamente, habría que diluirlo un poco con suero fisiológico, ya que viene más cocentrado, según me explicaron.


PROTOCOLO DE PACIENTES QUE NECESITAN VENTILACIÓN

Es posible que nos pidan, para un paciente, una gasometría, mirar sus constantes y ponerle oxígeno. En ese caso, este es el orden correcto para hacerlo:

1. Comprobar constantes: así veremos cuales son sus constantes, incluida su saturación de O2, antes de ponerle la ventilación, que alteraría los valores. Además, como ya he dicho, el ventolín provoca taquicardia, por lo que nos interesa ver su ritmo cardiaco previamente.

2. Tomar la gasometría. Si el paciente tiene una saturación baja, tendrá poco oxígeno en sangre arterial, por lo que es posible que esta sea más oscura de lo normal.

3. Poner la ventilación según lo pautado.

domingo, 10 de febrero de 2008

Tipos de análisis


El viernes tuvimos a un enfermero muy amable y dispuesto a explicar un montón de cosas, así que tengo un montón de cosas nuevas que añadir al blog.


A la hora de hacer analíticas en Urgencias, digamos que hay tres tipos muy comunes de tubos de análisis: Hemograma (violeta), Bioquímica (verde claro) y Coagulación (azul claro, con un liquidito transparente dentro).


Para saber qué tipo de tubo debemos de usar según nos pidan, a continuación una lista de los tipos de análisis divididos por tubos:



HEMOGRAMA:


1. Hemograma (claro, no? :P )
2. Prueba cruzada para grupo sanguíneo, en caso de transfusión. (Junto al tubo rojo).



BIOQUÍMICA:

El truco en este grupo es que muchos de los datos son elementos químicos: sodio, etc.


1. Bioquímica básica (Glucosa, Urea, Na, K)
2. Creatinina
3. Cl
4. Amilasemia
5. CK
6. CK-MB
7. Calcio
8. Troponina I
9. Mioglobina
10. Etanol (alcoholemia)

COAGULACIÓN:

T. de Protrombina (I. Quick)
T. Trombina
INR
Dimero-D
Fibrinógeno
TTPA, APTT


ORINA:

1. Anormales y sedimento
2. Todo aquello que termine en -uria

miércoles, 6 de febrero de 2008

La técnica de la vía


Hoy una enfermera, de las que tienen una maña especial para hacer las cosas con gran pulcritud y de una forma que te da la sensación de ser la mejor posible, nos explicó a mi compañera y a mí cómo pone ella las vías.

En primer lugar, se sienta, lo cual le da más estabilidad, mejor ángulo y mejor postura para la espalda.

1. Prepara el garrote, el abbocath, el tubito con llave, la jeringuilla con heparina en caso de ser vía heparinizada, los algodones (mínimo dos, uno con alcohol, otro normal) y, muy importante, los apósitos. Eran del tipo de los que yo llamo “de la ventanita”, porque tienen una especie de celofán-apósito transparente con dos patas de apósito opaco. El abbocath rosa es el más típico, porque tiene un tamaño estándar.

2. Dejamos el apósito-ventana separado y listo para pegar, y lo mismo con las dos tiritas que lo acompañan.

3. Colocamos el garrote y nos ponemos a buscar una buena vena, cuanto más abajo por el brazo mejor.

4. Una vez encontrada, limpiamos con alcohol y procedemos a meter el abbocath. Con suerte acertamos en la vena, y el abbocath se llena de sangre. Presionamos entonces la vena en su recorrido para que sangre lo menos posible, y dejamos el fiador sólo medio sacado para que la sangre no se salga. Dejamos un algodón debajo para evitar en lo posible manchar de sangre.

5. En este momento, ponemos un trocito de apósito de tirita para sujetar la vía. ¡Importantísimo!

6. Ahora es posible que nos hayan pedido aparte de la vía que le extraigamos sangre para un análisis. En este caso, conectamos el vacutainer azul y metemos los tubos de análisis que hayan pedido.

7. Quitamos el vacutainer azul si hubo que usarlo, y ahora, rápido, conectamos el tubito con llave.
8. ¡Y listo! Pegamos el tubito de forma que haga una U, primero fijando el tubito con otro apósito-tirita, y luego usando la ventanita por arriba y las patas opacas por abajo.
Finalmente podemos fijarlo todo mejor con otro apósito del tipo de Mefix o Operfix.


Esta mañana una chica me felicitó por haberle encontrado la vena a la primera cuando en ocasiones le han llegado a pinchar cinco veces (!!!) para encontrársela. La verdad es que la vena aunque no se veía a simple vista se palpaba bien, así que aunque me hizo ilusión el comentario, me parece que en esas otras ocasiones debían de haberle tocado enfermeros extremadamente torpes o bien tenía ese día la vena más profunda…

Además, en un momento terrible, un hombre pareció estar a punto de morir. Gracias a dios no pasó, pero fue un mal rato. Estaba sentado tranquilamente en su silla de ruedas cuando de pronto su mujer empezó a aullar y decir que se moría: se puso terriblemente pálido, la cabeza se le ladeó y se le cerraron los ojos. Me precipité corriendo hacia el primer médico que vi y le saqué tirándole del brazo de la tranquila conversación que tenía con otro paciente. No tengo ninguna confianza con este médico, pero en un momento así parece que todo pasa a un segundo plano =S El hombre sufría un shock por hemorragia interna, pero en la sala de Urgencias Vitales se estabilizó y pasó la crisis. Fue todo muy rápido y el tiempo pareció pararse. Quisera haber entrado en la sala y ver qué se hace en esos casos, pero el hombre iba escoltado por un ejército de médicos y enfermeros, y pensé que no era apropiado ir yo también a mirar sin poder ayudar en nada...

Aquí empieza el final

Decidí hoy mismo empezar a escribir este blog con fecha de caducidad, después de un día de prácticas en el que, como siempre, hice algunas cosas mal y los profesinales me las corrigieron. En teoría, estas son las últimas prácticas que haré, y a veces me asusta pensar que no estoy preparado, o que, peor aún, soy demasiado torpe para ser enfermero. Y una de mis formas de asegurarme de que aprendo todo lo que puedo será este blog.

Pero bueno. El enfoque de este blog va a ser práctico y realista, y por ello voy a hablar de las cosas que aprendo cada día, y de todo lo relevante que va ocurriendo, y alguna vez, de cosas que no son tan técnicas pero que me apetezca contar =)

Y sin más, empezamos:

Hoy tuve que ponerle una inyección de Nolotil, el analgésico, a una chica, junto con una inyección de la vacuna antitetánica. Me surgió la duda de si ambas cosas eran compatibles en la misma nalga, al ser ambas inyecciones intramusculares. Le pregunté a la enfermera, y me dijo que SOLO el Nolotil iba en la nalga, ya que la vacuna AT se debía inyectar en el deltoides, el músculo del antebrazo. La misma enfermera inyectó la vacuna y me observó poner el Nolotil, y luego me corrigió dos fallos que hice:

-No vacié completamente de aire la jeringuilla. Esta tontería hace que todo sea más lento y más complicado y le inyectemos aire al paciente, así que es importante no olvidarlo. (Cuando se inyecta una intramuscular siempre se aspira un poco para comprobar que no hemos pinchado en vía, y aún así hay que meter mucho aire para que resulte peligroso…).

-Inyecté la aguja en dos impulsos. Este es mi fallo marca de la casa. Siempre tengo una especie de miedo a clavar la aguja muy rápido al paciente, y a consecuencia de eso no la clavo del todo y la termino de clavar en un segundo momento. O sea, que este fallo proviene de una inseguridad al pinchar que debo superar la próxima vez, porque esto hace mucho daño al paciente.

-Por último, un dato que no sabía: cuando pinchamos una AT, es importante coger un cartoncito de registro de vacunas en el que registrar las diferentes dosis que se deben ir poniendo. La primera dosis es la que ponemos en caso de accidente, la segunda es al mes exacto, y la tercera al año de la primera. Gracias a Rosy por añadirme este último dato ;) Un beso!