En ocasiones, las personas que por ejemplo sufren de pie diabético pueden desarrollar úlceras que pueden cubrirse de una capa necrótica, reconocible por su color negro, amarillento o pardusco en medio de la herida. Esta capa, al estar compuesta de piel muerta, estorba la regeneración del tejido y hace que la recuperación se ralentice o no empiece. Por ello, ante una capa necrótica, debemos desbridar. Hay dos formas de hacerlo:
Una de ellas es simplemente usando un bisturí (desbridamiento quirúrgico), y cortando la capa desde sus bordes. Esta técnica la realizará el enfermero o se hará en el quirófano según el caso. Recientemente en mis prácticas una enfermera, dado el pequeño tamaño de la úlcera, realizó ella misma el desbridamiento. Podemos ayudarnos de chorritos de suero fisiológico para ablandar un poco el tejido. Cuando llegamos a la piel rosada y que sangra fácilmente, estamos en el buen camino, ya que este tejido sí podrá regenerarse naturalmente.
La segunda es el desbridamiento químico. En este caso podemos usar un producto como el Iruxol. Se usa así: simplemente, usando por ejemplo una jeringa, como hizo la enfermera hoy, cubriremos la capa necrótica con hilos del producto. Después, cubrimos toda esta zona con gasas empapadas en suero fisiológico, ya que la humedad favorece el funcionamiento del producto. Seguidamente cubrimos todo con venda de algodón tipo Belvan, y vendamos por encima con una venda normal para mantener las gasas en su sitio. ¡Listo!
PD: Lo siento por la foto, pero es la más clara que he encontrado.
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