martes, 18 de noviembre de 2008

La prueba del talón


Una de las pruebas más importantes que se le hacen al niño al nacer es la llamada "prueba del talón" (las pruebas metabólicas, dicho en plan técnico ;) . Con esta prueba se detecta la presencia posible de cuatro enferemedades congénitas. La prueba consta de dos partes.


La primera se realiza a las 48 horas del nacimiento del bebé. Para ello, le llevamos al cuarto de control de enfermería (mejor si no es a la vista de los padres, ya que pueden ponerse nerviosos, y de paso al enfermero también). Allí, con la hojita donde se rellena esta prueba (un cuadradito de papel con cuatro círculos) debemos empaparla de sangre hasta llegar a los bordes del círculo y teñirlo así de rojo. El punto que se elige para esta prueba, y de ahí el apodo, es el talón; supongo que porque dentro de lo malo es un lugar menos doloroso y cuesta menos pinchar ahí.


Rellenados los datos de esta primera pueba, a los padres se les entragará la ficha que deberán llevar ellos mismos a su centro de salud o médico de cabecera para que se le haga la segunda parte de esta prueba (lo mismo de nuevo, básicamente), recordándoles que el niño lleve dos horas sin comer cuando se la vayan a realizar. El plazo de la segunda parte de la prueba no está muy estandarizado, pero a menudo se fija en tres a cinco días después de la primera prueba.

Tiras reactivas de orina


Para comprobar la presencia de una infección en la orina, se usan unas tiras reactivas. Se trata de unas tiras finas y alargadas con una serie de cuadros de colores colocados en vertical, a lo largo de la tira. Para usarlo, debemos mojar toda la tira en la muestra de orina, y a continuación esperar 30 minutos.


Para ver el resultado empezaremos por el cuadrado azul, y comprobaremos si los colores se han alterado para parecerse a los que muestra el tubo (cada cuadrado que se transforma de color para parecer igual que el de la caja, es un indicador de infección).


Marcamos el resultado de cada cuadrado con un signo + o con números según el caso (ver forma de marcado en el tubo). Lo reflejamos todo en un papel de receta, lo firmamos y le ponemos una fecha.

El uso de la gammaglobulina tras el parto


En ocasiones, una madre de Rh negativo da a luz a un niño de Rh positivo. Esto en un primer momento no sería peligroso, pero dado que la madre, durante el parto, recibiría sangre de su bebé positivo, existiría un gran riesgo para el próximo bebé de gripo positivo que esa madre pudiese tener, ya que su sistema inmune, ya inmunizado, percibiría la sangre de este como una amenaza.


Para evitarlo, cuando una madre negativa da a luz a un hijo positivo, se le administra (a la madre, claro ;) una dosis de gammaglobulina, y así evitamos el peligro. Por ello, cuando sube una madre de dar a luz en el quirófano, es importante comprobar los análisis de sangre de ella y su hijo para saber si estamos delante de este caso. Una vez administrada la gamma-g, lo registramos en las hojas de medicación de enfermería.
Además, no hay que olvidar vacunar al recién nacido de la Hepatitis B, y registrarlo también.